domingo, 4 de mayo de 2008

Jorgecivilfarfan: De lo Deductivo a lo Inductivo

Jorgecivilfarfan: De lo Deductivo a lo Inductivo

Jorgecivilfarfan: El Problema Del Agua

Jorgecivilfarfan: El Problema Del Agua

De lo Deductivo a lo Inductivo

1.- Deductivo, va.
(Del lat. deductīvus).

En su primera acepción
Que obra o procede por deducción.

Deducción.
(Del lat. deductĭo, -ōnis).

En su tercera acepción
Método por el cual se procede lógicamente de lo universal a lo particular.

2.- Inductivo, va.
(Del lat. inductīvus).

En su segunda acepción
Perteneciente o relativo a la inducción.

Inducción.
(Del lat. inductĭo, -ōnis).

En su primera acepción
Acción y efecto de inducir.

Inducir.
(Del lat. inducĕre).

En su tercera acepción
Extraer, a partir de determinadas observaciones o experiencias particulares, el principio general que en ellas está implícito.

El Problema Del Agua

Jorgecivilfarfan: El Problema Del Agua

El Problema del Agua

Nunca antes en la historia de la humanidad se ha vislumbrado un panorama tan espeluznante y hostil a la vida humana, perdón, a la vida en gran parte de sus manifestaciones, como los vistos en estos tiempos. El factor inalterable en la ecuación de la vida está siendo constantemente golpeada, poniendo en riesgo su comportamiento regulador en los procesos vitales del planeta nuestro. El agua como elemento insustituible de la vida misma, parece no estar muy clara en las mentes de las personas a las cuales se les ha encargado la encomiable labor de velar por la seguridad y bienestar de las diversas poblaciones del planeta. Tomado como un elemento de los tantos que componen nuestro planeta, está siendo sobrexplotado hasta límites antes nunca imaginables. Las aguas subterráneas, verdaderos tesoros de la tierra, son extraídas brutalmente sin mediar distancia, no importa cavar mil, dos mil metros de profundidad hasta sacarles las entrañas a la Tierra, lo importante es saciar esa necesidad de agua, una necesidad ficticia creada por la televisión y por los mercados. Las industrias, esos monstruos apocalípticos sin compromiso con el entorno que los rodea, sin una pizca de sentido moral para con los demás, es como si lo peor de la conducta humana se hubiera insertado dentro de esas criaturas, recordemos que ellos también son personas ante la ley. No importa su localización, muchas industrias con obtener ganancias inmediatas son capaces de arrebatarle lo más preciado y sagrado a las poblaciones, el agua necesaria para poder subsistir en el futuro. El agua no es un recurso abundante como podríamos imaginarnos, del 70% de agua existente en el planeta, solo el 3% es agua dulce y de esa cantidad el 2.997% se encuentra en los casquetes polares y glaciares. El 0.003% del volumen total de agua de nuestro planeta es apto para el consumo humano y esa es una realidad que debemos aceptar con urgencia.
Las personas que gobiernan este mundo dan la espalda a este problema. El Segundo Foro Mundial del Agua en el 2000, declaró que el agua no es más un derecho inalienable, sino una mera necesidad humana. El problema de esta declaración es que una necesidad -como nosotros la conocemos- se satisface con la compra, dominada por las leyes del mercado, solo puede obtenerla quien puede pagarla. La posibilidad de negar a alguien el agua no es tan ridícula como se podría pensar, pues el agua al estar sujeta a las leyes del mercado puede caer en manos privadas, viendo el beneficio propio y no el de la comunidad. Un recurso escaso, vital para la vida, con un mercado dispuesto a pagar el precio que sea a cualquier hora, es un negocio redondo. No crean que esto es un futuro lejano, MONSANTO inc, una empresa de los Estados Unidos, intentó hacerse del dominio de los recursos hídricos en Bolivia, pero la gente digna de ese pueblo opuso resistencia, pero por cuánto tiempo más se podrá resistir.
La dominación de los pueblos mediante el control del agua es la nueva estrategia mundial, en la actualidad una persona de cada cinco ya no tiene acceso al agua potable, su negación es el grillete del dominio.
Pero la contaminación es el otro problema que acompaña a la negación del agua, en el mundo actual existen 12 mil kilómetros cúbicos de agua contaminada y si el mismo ritmo continúa en el 2050 habremos perdido 18 mil kilómetros de agua dulce. El uso del agua no es nada racional, se producen alimentos en zonas donde el clima, la geografía no lo permiten, y sin embargo son los verdaderos núcleos de producción. En España los productos más importantes que se venden en los mercados europeos están ubicados donde teóricamente son desiertos, el agua es represada hasta los límites irracionales, creando desastres ecológicos río abajo, donde el agua ya no llega. En Perú sucede lo mismo, las plantaciones de arroz se dan en los desiertos de Lambayeque. Es inconcebible que productos los cuales necesitan de agua permanente se siembren en estos lugares, donde la geografía y condiciones climáticas no dan cabida y peor todavía, del agua usada y direccionada por los canales, el 80% se pierde por percolación.
El control, el uso racional, la contaminación del agua son factores predominantes en el futuro de nuestro planeta. El panorama más estremecedor de todos es la posibilidad de no encontrar soluciones a los problemas, dejen las puertas abiertas a las guerras por el agua “Si las guerras en el siglo xx fueron por el dominio del petróleo, las guerras del futuro serán por el dominio del agua”.
El control de las potencias mediante el dominio del agua quizás esté comenzando, con asombro escuché en una conferencia a un personaje decir que es ridículo pensar en que el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos no este involucrado el tema del agua directa o indirectamente. La cuenca amazónica es considerada el pulmón del mundo, su control seduce a muchos. Existe otra posibilidad, que nuestros países sean usados como factorías de bajos sueldos, donde las trasnacionales son ubicadas en nuestros países, con licencia para ensuciar y contaminar nuestros recursos, convirtiéndolas en ciudades cloacales, protegiendo de esta manera sus recursos propios al margen de la contaminación.
El agua es un recurso indispensable para la vida, sin ella nada puede existir. También se es patriota comprendiendo la grandeza e importancia de nuestros recursos, cuidarla y mantenerla limpia en todo el sentido de la palabra, significa asegurar un futuro mejor para los peruanos.